La vida no es solo para verla pasar. Supongo que con los años me cansaré del pádel y tendré que encontrar algo que me haga sentirme útil. Dentro de toda la oferta de negocios con los que una persona de mi clase puede distraerse con dignidad, me inclino por administrar una bodega.
Creo que este es un negocio en auge, después de todo, cuenta con el apoyo de una de las personas más influyentes de este país. En poco tiempo veremos como la Dirección General de Tráfico modera su lucha contra los conductores que cogen el coche bajo los efectos de un buen vino. Como él reconoció: que más da las copas que me tome si no hago mal a nadie.
